Zircón
Zircón
Los Diamantes
Las Perlas
Aguamarina
Zafiro
Turmalina
Ópalo
Piedra Luna
Citrino
Demantoide
Peridoto
Coral
Lapislázuli
Topacio
Esmeralda
Hauynita
Espinela
Amatista
Alejandrita
Granate
Crisoberilo
Turquesa
Iolita
Tanzanita
Morganita
Rubí
pulsar sobre cada gema para ampliar información
Dióxido
En contra de lo que nos sugiere la imaginación, el coral empleado en joyería no procede de los hermosos arrecifes de los Mares del Sur (el de esas regiones no es rojo, ni rosa), sino fundamentalmente del Mediterráneo y de ciertas zonas del Atlántico.
El coral es una “armadura”, un tipo primitivo de animal arbóreo, de color blanquecino y de forma tubular, del que salen ocho tentáculos, dándole la forma de anémona. Viven en colonias y cada individuo de la colonia está conectado a los demás mediante una serie de canales denominada “hidrorriza”, que se incrusta en una masa gelatinosa desde la cual toda la colonia va elaborando el coral. Estas colonias viven en aguas claras y tranquilas de entre los 13 y los 16º de temperatura, lo que limita sus posibilidades de supervivencia al sur de Irlanda, el Golfo de Vizcaya, Canarias, Cabo Verde, el Mediterráneo, el Mar Rojo, Isla Mauricio y algunas aguas de Japón.
Las pesquerías actuales se encuentran en aguas malayas, japonesas y mediterráneas, que son de hecho las más importantes: el de mejor calidad se pesca hoy en día frente a Argel y Túnez, en las costas de Sicilia, Calabria, Nápoles, Cerdeña, Córcega y Costa Brava española.
La pesca se realiza durante seis meses al año, mediante dragas con una red especial que se va enredando en los corales y los arranca desde la base. Una vez en tierra, se clasifica por gradaciones de color y se trabaja, con técnicas bastante primitivas y artesanales. La mayor parte del coral mediterráneo se elabora en industrias italianas, de la zona de Nápoles.
Su precio varía enormemente, dependiendo del tamaño y del color de las piezas. Durante mucho tiempo el rojo oscuro se ha considerado el más valioso, pero en los últimos años se ha puesto de moda el llamada “piel de ángel”, de tintes más pálidos.
Para distinguir el auténtico de las imitaciones, hay que colocar en su superficie una gota de ácido: si es auténtico, causará efervescencia por la formación de dióxido de carbono.
Ha sido utilizado como adorno desde la prehistoria: se han encontrado ornamentos con incrustaciones de coral en tumbas de la Edad de Hierro. Estuvo muy ligado a las religiones romanas y a las tibetanas. Chinos e hindúes lo utilizaban para adornar las imágenes de sus dioses.
LO QUE HAY QUE SABER
CURIOSIDADES Y UN POCO DE HISTORIA
PROPIEDADES FÍSICAS:
DUREZA:
Baja: 3,5 en la escala de Mohs.
Fragilidad alta
PESO ESPECÍFICO:
2,6 - 2,7
el coral